martes, 18 de diciembre de 2012




Estabas en la universidad, trabajando medio tiempo de mesero. Dejaste un pueblo pequeño y nunca miraste hacia atrás. Yo estaba a punto de volar con el miedo de caer; preguntándome ¿Por qué nos molestamos en amar si nunca dura?
 Dije ¿puedes creerlo? Mientras estábamos acostados en el sofá, el momento en el que pude verlo, lo puedo ver ahora.
Recuerdas cuando estábamos sentados junto al mar, pusiste tu brazo alrededor de mí,  por primera vez.  Tú eres la mejor cosa que haya sido mío.
Tú supiste mis secretos y descubriste porque soy tan reservada; dijiste que nunca cometeríamos los errores de mis padres.
Recuerdas todas las luces de la ciudad sobre el agua, me viste empezar a creer, por primera vez. Tú eres la mejor cosa que haya sido mío.
Y recuerdo esa pelea a las 2:30 de la mañana, cuando todo se nos estaba escapando de las manos. Salí corriendo y llorando, y tú me seguiste hasta la calle. Me prepare para un “adiós”, porque eso fue todo lo que había conocido. Y me tomaste por sorpresa, dijiste “nunca te dejare sola”.
Tú eres la mejor cosa que haya sido mío ¿puedes creerlo?  Puedo verlo, puedo verlo ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario