A las niñas les enseñan muchas cosas. Si un niño te
pega, le gustas. Nunca trates de emparejarte los flecos. Y un día conocerás a
un hombre maravilloso y tendrás tu final feliz. Cada película que vemos y cada
historia que nos cuentan, nos imploran que esperemos el giro del tercer acto:
La declaración inesperada de amor. La excepción a la regla. A veces nos
concentramos tanto en el final feliz que no aprendemos a interpretar las
señales, a diferenciar entre los que nos quieren y los que no… Entre los que se
van a quedar y se van a ir. Y quizá el final feliz no incluye un tipo
maravilloso: quizá el final eres tú, sola recogiendo los pedazos y volviendo a
empezar. Liberándote para encontrar algo mejor en el futuro. Quizá el final
feliz solo consiste en seguir. O quizá este es el final feliz: Saber que a
pesar de todas las llamadas y corazones rotos, a pesar de todos los errores y
las señales malinterpretadas, a pesar de todo el dolor y la vergüenza, tú
nunca, nunca perdiste las esperanzas."
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