Estuve esquivando este momento hace un tiempo pero hoy al
fin me senté a pensar en todo lo que había pasado, en lo que fui por ti, en lo
que quedo de mí cuando te fuiste, no encontré absolutamente nada, porque fue
eso lo que tenía “nada”, no tenía ganas
de seguir, puedo asegurarte que estaba totalmente perdida. Me habías derrotado,
no hay ninguna duda habías ganado, realmente triunfaste sobre mí, te llevaste
lo mejor que una persona puede tener, las ganas de sonreír. Nunca nadie me había
dejado un vacio tan grande, tampoco nadie me había hecho tan feliz en tan poco
tiempo, llegue a pensar que no había nadie mejor que vos para que este al lado mío,
pero definitivamente iba ser una historia más para contar, otra persona para
recordar, otra herida que curar, pero principalmente iba hacer algo de lo que
iba a aprender, era eso que faltaba para darme cuenta que no solo vos me habías
abandonado, si no yo misma me había dejado por ti, de vos saque las fuerzas
para seguir caminando, porque mientras vos eras feliz yo intentaba encontrar de
nuevo la salida. Sin embargo, hoy te tengo que agradecer porque hiciste de mí
una mujer más fuerte, gracias a ti pude pararme de nuevo, levantar la cabeza y
darme cuenta de lo equivocada que estuve cuando dije que no tenia absolutamente
nada, me tenía a mí, estaba yo pidiendo a gritos que mirara mejor, que la
salida estuvo siempre frente a mí, era yo la que no quería salir, me conformaba
con verte a vos feliz, pero el caso era que vos no eras feliz por mí ya tenias
por quien serlo, ahora la pregunta era, ¿Yo era feliz? Claramente lo fui por un
momento, pero ya no lo era, no recordaba lo que era sonreír por más de cinco
minutos, hoy no puedo decirte que sonrió las 24hs del día, pero al menos intento
hacerlo cada vez que me levanto, y no importa si sonrió con o sin motivos, simplemente
sonrió, porque como suelo decir: Sobrevivirás, si sonríes, y es así como yo
sobrevivo.
By Camille
No hay comentarios:
Publicar un comentario