No podía decirle que me gustaba, que me importaba. Que quería pasar tiempo con él.
Su indiferencia que mi orgullo se elevara mas allá de lo que alguna vez creí que podría llegar.
Y me negaba a dejar que hiciera pedazos lo que quedaba de mi autoestima.
Me sentía aprisionada, insegura. Siempre a la defensiva, intentando no dar cabida a ninguna de sus insinuaciones.
Y no es que yo fuera una total histérica, si no que sabia cual era su juego. Sabía que todo lo que yo sentía por él no era correspondido, ni una mínima parte. Yo solo era un juego. Y les aseguro, el nunca se percato de que fue mucho más para mí..
Su indiferencia que mi orgullo se elevara mas allá de lo que alguna vez creí que podría llegar.
Y me negaba a dejar que hiciera pedazos lo que quedaba de mi autoestima.
Me sentía aprisionada, insegura. Siempre a la defensiva, intentando no dar cabida a ninguna de sus insinuaciones.
Y no es que yo fuera una total histérica, si no que sabia cual era su juego. Sabía que todo lo que yo sentía por él no era correspondido, ni una mínima parte. Yo solo era un juego. Y les aseguro, el nunca se percato de que fue mucho más para mí..

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